Las Cronicas

domingo, 29 de agosto de 2010 19:26 | Posted by Luis Alfonso Maldonado Utria

CRONICA FINAL

jueves, 15 de julio de 2010 21:34 | Posted by Luis Alfonso Maldonado Utria

EL CARÁCTER DE NUESTRA PRIMERA INDEPENDENCIA

El carácter de la primera independencia de Cartagena de indias, es similar a la del resto de las naciones americanas ,es decir fue una revolución anticolonialista y de liberación nacional, cuyos autores más significativos fueron las masas populares organizadas en el ejército popular libertador, bajo el liderazgo de la dirigencia criolla, actores quienes comprometieron sus bienes, familiares y la propia vida.
No obstante Elles (1992) es más amplio con esta caracterización:
“…, nuestra revolución de independencia fue inconclusa: Esta fue una revolución política que permitió romper los lazos con la tiranía del imperialismo español; no fue una revolución social, por cuanto no permitió la liberación social de los sectores oprimidos y explotados (especialmente el esclavo) quienes continuaron su existencia en formas infrahumanas”
La burguesía  cartagenera se torno más opresora y explotadora que el invasor español. La libertad de los esclavos solo vino a decretarse el 21 de octubre de 1850, acogiendo la ley del 22 de junio del mismo año. Para el efecto se estableció una “Junta local de manumisión” que debía: oír las reclamaciones de los esclavos y designar los que deban ser libertados, prefiriendo en primer lugar a los más honrados, laboriosos y útiles y que hubiesen manifestado mayor fidelidad a sus dueños; en segundo lugar a los que probaren que tienen con su trabajo medios legítimos de subsistencia; en tercer lugar, a los que contribuyan con alguna suma par su manumisión”.
El gobernador de la provincia era el general Tomás Herrera, su secretario de gobierno Rafael Núñez  Moledo
Pese a ello, se dieron las bases para la desproporcionada desigualdad social, existente hoy en la neocolonial  Cartagena de Indias.
Más aun: concluido el yugo colonial español la burguesía cartagenera no quiso ni pudo mantener la primera independencia: se implanto la dependencia semicolonialista inglesa, que perduró hasta 1930 aproximadamente; Cartagena era desde aquella época, en el siglo XIX,parte integral de la república de la Gran Colombia, la gran utopía de Simón Bolívar.

QUINTA CRONICA

miércoles, 7 de julio de 2010 20:12 | Posted by Luis Alfonso Maldonado Utria

QUINTA CRONICA


LA LIBERACION DEFINITIVA FRENTE A ESPAÑA
A la expedición pacificadora y el régimen del terror impuesto por los chapetones,los patriotas del Nuevo Reino de Granada respondieron con la campaña libertadora que realizo el ejército popular libertador conformado por:
Ø  Representantes de la dirigencia criolla, liderada por Simón Bolívar Palacios, Francisco de Paula Santander, José María de Córdova, Atanasio Girardot, José Antonio de Sucre, Mariano Montilla,yJosé Prudencio Padilla entre otros.
Ø  Legionarios de Inglaterra
Ø  Indios, mestizos, mulatos y zambos
Ø  Negros libres
Ø  Esclavos libertos, que abrazaron la causa independentista a cambio de la libertad.
El ejército popular libertador, desafiando las fuerzas de la naturaleza, enfrentando a las tropas realistas, logró consolidar la primera independencia de la Nueva Granada en las batallas significativas del Pantano de Vargas y de Boyacá, el 7 de agosto de 1819.
Consolidada la libertad de este territorio el ejército patriota reinició la liberación de Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia, haciendo realidad la utopía política y social de Simón Bolívar y de los pueblos suramericanos.
Derrotado en la práctica, sin posibilidad de recibir apoyos de España por la penuria económica, y por la oposición a la guerra contra América, desatada por el desarrollo de la revolución liberal que lideró el general Rafael Riego en 1820, se firma un armisticio y un tratado de regularización de la guerra, los cuales establecen los siguientes acuerdos con los documentos que reproduce Quintero (2005).
·         Tratado de armisticio en Ciudad  Trujillo, Venezuela ,25 de noviembre de 1820.
Artículo 1:Tanto el ejército español como el de Colombia suspenden sus hostilidades de todos lados, desde el momento que se comunique la notificación del presente tratado sin que pueda continuar la guerra, ni ejecutarse ningún acto hostil entre las dos partes,  en toda la extensión del territorio.
Artículo 2: La duración de este armisticio será de seis meses contados desde el día que será ratificado.
Artículo 3: Las tropas de ambos ejércitos permanecerán en las posiciones que ocupen al acto de intimárseles la superación de hostilidades.
Artículo 10: la plaza de Cartagena, tendrá la misma libertad que la de Maracaibo, con respecto al comercio interior y podrá proveer de él durante el armisticio para su población y guarnición (pp. 551-554).
Tratado de regularización de la guerra en ciudad Trujillo ,Venezuela 6 de diciembre de 1820
Deseando los gobiernos de España y de Colombia manifestar al mundo el horror con que ven la guerra de exterminio que ha devastado hasta ahora estos territorios convirtiéndolos en  un teatro de sangre… han convenido y conviene:
Artículo 1: La guerra entre España y Colombia se hará como la hacen los pueblos civilizados, siempre que no se opongan a las prácticas de ellos a algunos de los artículos del presente tratado  que deber ser la primera  y más inviolable regla de ambos gobiernos.

firmado el armisticio, Morillo se dirige a España donde su trabajo en América, será controvertido ; sin embargo, se le hacen importantes designaciones de poder.
De esta manera, España reconoció la existencia de la nueva nación, que había nacido con la gesta libertaria, creada desde 1819 en el Congreso de Angostura (Venezuela), nación a la cual la dirigencia criolla denominó  la Gran Colombia, formada por Nueva Granada (Hoy Colombia),Venezuela y Ecuador.
Desde entonces, Cartagena de Indias, aún en poder de los chapetones, pasó a ser parte de la nueva república, a la cual habían reconocido (1820) los gobiernos de Estados Unidos de América y de Inglaterra.
Mas si la firma del armisticio (Nov. 25 de 1820) había establecido que Cartagena siguiese en el poder de los realistas, es cierto, también ,que el ejército popular libertador había establecido ahora un nuevo sitio a la ciudad, un sitio de los patriotas para logar la liberación definitiva
Una visión retrospectiva, acompañados de Lemaitre (1983) permite, reconocer la crisis económica que vivió la plaza de Cartagena, entre 1816 y 1819, y la hostilidad del pueblo cartagenero sobreviviente al sitio, contra el gobierno español opresor, que ahora representaba el gobernador Gabriel de Torres y Velasco, políticamente más  atemperado que el Virrey Juan Sámano, quien huyó desde santa fe de Bogotá para refugiarse en Cartagena.
Tras el trascurrir del año 1819 y el avance de 1820, el Gobierno de Torres y Velasco sintiendo el paso de la crisis combina  la diplomacia y la guerra y la lucha contra los patriotas; en carta  a Bolívar, le expresa la imposibilidad ,según su criterio, de subsistir la nueva Nación sin el apoyo de España,a la cual Bolívar desde Barranquilla responde el 23 de Agosto que el pueblo de Colombia está resuelto, por no sufrir la mancha de ser español ,a combatir por siglos y por siglos contra los miserables españoles y aun contra los muertos si estos toman parte en la causa de España.
El Gobernador, entonces, el primero de Septiembre ataca de manera sorpresiva a Turbaco; un comando español baja por las Colinas de Cospique (Mamonal) cae sobre la población y asesina 125 patriotas  entre luchadores, niños y mujeres que se habían refugiado en la Iglesia.
Sin embargo, señala Zabaleta (1992), el triunfo se convirtió en derrota contra el ataque de la caballería patriota acampada en la finca La Rosita, al mando del Capitán Diego Lugo. En fuga los reclutas tuvieron (sic) que abandonar todo el parque capturado para poder escapar.
Las perdidas patriotas entre soldados,  y civiles sumaron 125 muertos según el informe del General Montilla, tal vez se esperaba capturar a Bolívar, pero éste había abandonado el pueblo, el día anterior. En estas circunstancias el ejército popular libertador acantonado en Soledad (Atlántico) con avanzada en el Pie de la Popa bajo el mando del venezolano Mariano Montilla, movilizaba sus tropas, recuperando territorios, y afirmando por tierra el cerco contra los realistas, cuyo último territorio era Cartagena de Indias.
Mas el armisticio ya referenciando que se firmó entre Bolívar y Murillo el 25 de Noviembre de 1820 no resistió los 6 meses  fijados de plazo.
Lemaitre (1983) afirma: que el 28 de enero de 1821 se rompe la tregua… y éste hecho desata de nuevo las hostilidades que en Cartagena se renuevan cuando 200 hombres salen de la plaza y ocupan a Lorica. Meses después el 4 de Mayo el general José Prudencio Padilla a través del Canal del Dique penetra a la bahía de Cartagena con una escuadrilla de 43 canoas bien armadas y tripuladas… en la bahía construyen baterías y se hace fuerte en Cocosolo, en Periquito y Caño de Loro cuya iglesia le sirve para atrincherarse. La situación de la plaza, y sobre todo de los castillos de Boca chica se torna así gravemente comprometida. (P.215).
El 24 de Junio,  el día de San Juan Bautista se produce el hecho más significativo de la situación definitiva, el cual se conoce en la historia local con el nombre de la “Noche de San Juan”, cuyo acontecer narra el propio almirante Padilla:
Mi escuadrilla se apostó en el Manzanillo a las 8 de la noche. A las 12 se retiró la ronda para ser relevada y aprovechando esta oportunidad seguí las aguas hasta llevar el enemigo al estrago, la muerte y el espanto, sacando por despojo el centro de los peligros, las lanchas, barcos y bongos situados en el Arsenal, y bajo las batería del Reducto, Cerro, Santa Isabel y Barahona y Baluarte de  San Ignacio, únicos buques de guerra con que contaba el enemigo Gobernador Torres, dejando a pique el Bergantín Andaluz y el Bongo numero 10. Lo horroroso del combate que se empeñó a lanza y a la espada precipitó la muerte a más de 100 soldados enemigos. (Informe de José Prudencio Padilla, al Coronel Mariano Montilla sobre los sucesos de la noche de San Juan. Reproducido por Lemaitre) (1983.p.216).
Días después del 5 de Julio de 1821 los chapetones del castillo de Boca chica se rinden, el 28 del mismo mes ,un bergantín americano con provisiones y víveres es tomado por Padilla frente al Baluarte de Santo Domingo; la situación llega a su punto más Crítico y el Gobernador Torres y Velasco resiste hasta el final y termina negociando una capitulación  ventajosa.
La referenciada capitulación se firmó el 22 de Septiembre de 1821 acordándose lo siguiente:
·         El no saqueo a los pueblos.
·         Libre emigración de quienes desearan y pudieron hacerlo.
·         El gobernador y suboficiales se embarcarían con sus armas municiones y equipajes para Cuba.
·         Canje de prisioneros.
·         Las fuerzas de Colombia no entrarían en la plaza si no después de haber partido el último soldado realistas.
Lemaitre (1983) narra el último episodio: … y así se cumplió junto a el gobernador Torres y Velasco con su gente se embarcaron por la playa de Santo domingo el día 10 de Octubre de 1821, y a las 8 am. de ese día, entraron 400 hombres a la Plaza de la Catedral, donde las tropas Españolas que estaban de servicio fueron  relevadas por los Colombianos, y a las 12 pm de ese mismo día fue entregado el Castillo de San Felipe, donde se arrió el pabellón español y se izó el tricolor colombiano, con el saludo de ordenanza y una salva de 21 cañonazos Cartagena era otra vez libre. Definitivamente libre (p217)
Elles (1991) afirma:
La dependencia colonial llegó a su fin
·         El último rey fue Fernando VII
·         El ultimo virrey: Don Juan Sámano.
·         El último gobernador: Gabriel de Torres y Velasco

CUARTA CRONICA

19:47 | Posted by Luis Alfonso Maldonado Utria
CUARTA CRONICA:



La reconquista española (Julio-Diciembre 1815) y el sitio de Cartagena de Indias.
El año 1815 es uno de los periodos temporales más aciagos de la historia de Cartagena de Indias, es el año de la Reconquista Española… “cuando arrojados los franceses a principios de 1814 y restaurado el monarca Fernando VII en el trono de España, se instituyo de nuevo el absolutismo y se buscó la reintegración del imperio español tanto en la metrópoli como en sus colonias de ultramar… por ello se consideró necesaria la sumisión absoluta e inmediata de los vasallos americanos y la negación de todo tipo de autonomía o independencia absoluta. En la política española surgió el militarismo como forma de reacción entre los revolucionarios americanos y el único medio para la restauración de las instituciones españolas” (Ocampo, 1984, p. 205).
Para lograr este propósito la corona española, organizó la “Expedición Pacificadora” bajo el mando del veterano general Pablo Morillo y Morillo, cuyo ejercito de más de diez mil soldados inició la reconquista de Venezuela en abril de 1815.
El ejercito “pacificador” desembarcó en el fortín realista de Santa Marta el 23 de julio 1815 y desde allí preparó el ataque sobre Nueva Granada. A fines de agosto del año referenciado el ejercito español sitió por mar a Cartagena “desde Punta Canoa al norte, hasta más allá de Bocachica. No obstante, el bloqueo distó mucho de ser perfecto y en varias ocasiones los sitiados consiguieron burlarlo” (Quintero, 2005, p. 288).
El cerco por tierra se completó el 7 de septiembre, sellando así la suerte de la plaza, cuyos defensores, en reiteradas oportunidades trataron de burlarlo con resultados negativos.
Por ello en el mes de diciembre la situación era por demás de insoportable:
La falta de alimentos llevó al pueblo cartagenero a consumir no solo las mascotas de la época sino también a las ratas, caballos, hierbas y cueros los cuales fueron insuficientes para calmar la hambruna desatada por la falta de viveres, acaparados también por la dirigencia criolla.
La falta de agua potable y los muertos insepultos desataron enfermedades y la peste que diezmaron aun más a los cartageneros. (Liévano en los Grandes Conflictos sociales y económicos de nuestra historia, 2002).
Citando a O’leary y Restrepo de manera respectiva, escribe:
… “Los primeros días de diciembre fueron horribles sobre toda exageración; la guarnición no era sino una sombra; los centinelas caían muertos en sus puestos y los oficiales ya no podían cumplir con el servicio”…
… “El 4 de diciembre llego a 300 el numero de personas que murieron de hambre en las calles. Todas las guarniciones de los fuertes, castillos y baluartes se habían disminuido en extremo; en los hospitales se hallaban literalmente amontonados los hombres semivivos sin más esperanzas que la muerte, pues cada familia se hallaba reducida a igual estado. Sin embargo, no amaneraba la constancia de los sitiados que preferían morir antes que rendirse”… (p.p. 798, 799).

Tomó la ciudad, encontrando el escenario que a continuación narran varios testigos de los hechos, citados, por Lemaitre (1983) de la siguiente manera:
El pacificador decidió tomar posición de la ciudad abandonada, donde hizo su entrada el día 5 de diciembre. He aquí el pavoroso cuadro de ruinas, muerte y desolación que encontró: “la ciudad presentaba – le escribió el mismo al ministro de guerra de España – el espectáculo más horroroso a nuestra vista.  Las calles estaban llenas de cadáveres que infestaban el aire y la mayor parte  de la plaza.
De su parte, el comandante de la escuadra española,  D. Pascual de Enrile, describió aquel mismo cuadro del siguiente modo: “no es posible que pueda expresar  a V.E. el estado horroroso en el que se ha encontrado la ciudad… han muerto de hambre más de dos mil personas, y las calles están llenas de cadáveres que arrojan una fetidez insoportable”.
Por su parte, D. Francisco de Montalvo, a quien Morillo nombraría poco después virrey de la Nueva Granada, dejó dicho en su relación de mando, que “el aspecto horrible que dejóla ciudad a nuestros ojos no se puede describir exactamente. Cadáveres por las calles y casas, unos, de los que acababan de morir al rigor del hambre, y otros de los que habían expirado dos o tres días antes, y que por ser en número considerable, parece no hubo tiempo para sepultarlos, otras personas próximas a fallecer de necesidad; una atmosfera sumamente corrompida que apenas permitía respirar; nada, en fin, se dejaba notar en estos infelices habitantes sino llanto y desolación”.
Y el capitán Rafael Sevilla, a quien atrás hemos citado, refirió así en sus memorias aquel espectáculo dantesco: “Morillo había mandando a sus oficiales de Estado Mayor a prevenir a todos los jefes del cuerpo que no se hiciese daño ni se maltratase a vecino alguno que no opusiera resistencia; únicamente exigían la entrega de las armas, bajo la pena de muerte. Pero no era menester esta amenaza para hacérselas entregar… pues no podían con ellas. No eran hombres, sino esqueletos; hombres y mujeres, vivos retratados de la muerte, se agarraban a las paredes para poder andar sin caerse: tal era el hambre horrible que habían sufrido. Veintidós días hacia que no comían otra cosa que cueros remojados en tanques de tenería. Mujeres que habían sido ricas y hermosas; hombres que pertenecían a lo más granado de aquel entonces opulento centro mercantil de ambos mundos; todos aquellos sin distinción de sexo ni clases que podían moverse, se precipitaban, empujándose  y atropellándose, sobre nuestros soldados, no para combatirlos, sino para registrarles las mochilas en busca de un mendrugo de pan o de algunas galletas. Ante aquel espectáculo aterrador, todos nuestros compatriotas se olvidaron de que aquellos asesinos de sus compañeros, y no solo les dieron cuantos artículos de comer llevaban, los que devoraban con ansiedad aquellos desgraciados, cayendo muchos de ellos muertos así que habían tragado unas cuantas galletas, sino que se improviso rancho para todos, y sopas para los que no podían venir a buscarlas”
Y prosigue así el Capitán Sevilla su horripilante relato: “El mal olor era insufrible como que había muchas casas llenas de cadáveres en putrefacción. El grueso de nuestro ejército no entró hasta el siguiente día 6 de diciembre. Las armas fueron entregadas sin dificultades, pero los cañones en número de más de mil, habían sido clavados, y la pólvora derramada en los pozos y cisternas. Lo primero  que dispuso el General Morillo, una vez en la plaza, fue que por la tropa y los paisanos que pudiesen trabajar, se abriese una gran fosa y enterrasen a aquellos montones de cadáveres que infestaban la población. Muchas carretadas llenas de ellos se sacaron de las casas, depositándolas en la fosa común; pero por grande que fuere el zanjón que se hizo, no pudo contenerlos a todos, y hubo que llevar muchos en piragua para arrojarlos al mar. El cirujano mayor mandó una vasija en cada casa donde se habían sacado los muertos, con varios ingredientes de fumigación; para desinfectar aquellas cubrió con el humo aquel sahumerio”
Y, en fin, para terminar estas patéticas relaciones de testigos de vista de lo que en Cartagena hallaron los vencedores a su entrada en la ciudad, añadamos la versión que, años después, dio  de este episodio cierto súbdito ingles, el Sr. Michael Scott, quien habiendo naufragado por esos días cerca de Galerazamba, fue detenido como sospechoso por los españoles, y llevado a Torrecilla, y como tal o sea en calidad de prisionero, entró con las tropas de Morillo a la ciudad sitiada.
Dice así Scott: “apenas me había formado idea de los horrores de un sitio por las descripciones que habían oído, mas la realidad de la escena, aun para mi, que acababa de pasar tan crueles penalidades, fue horrible . Entramos  por la puerta del arrabal ( o sea de la Media Luna) y desfilamos a través de lúgubres escombros; los acordes de las músicas marciales resonaron entre aquellas ruinas con fúnebres ecos… llegamos a la puerta principal (La Boca del Puente)   que hallamos también abierta y con el puente levadizo tendido; bajo el arco abovedado vimos a una mujer de aspecto al parecer distinguido , casi en los huesos, y débil como una criatura, recogiendo algunas basuras asquerosas cuya posesión le habría querido disputar un gallinazo. Un poco más adelante los cadáveres de un mísero anciano.
Una vez tomada Cartagena de Indias,  los ejércitos chapetones continuaron  la reconquista del territorio del Nuevo Reino de Granada implantando el denominado “régimen del terror”, que eliminó a docenas de miles de luchadores populares, y a toda una generación de dirigentes políticos revolucionarios :los criollos.
Muestra de ello fueron los asesinatos de Antonio Santos y Policarpa Salvarrieta, Antonio Baraya, Liborio Mejía, Antonio Villavicencio, Francisco José de caldas (El sabio) Joaquín Camacho, Jorge Tadeo Lozano y Camilo Torres.
En Cartagena de indias, el 16 de febrero de 1816 fueron fusilados los posteriomente denominados  “Mártires de Cartagena”:
·         Manuel del Castillo (Cartagenero)
·         Martin Amador (Cartagenero)
·         Pantalón Germán Ribón (Momposino)
·         Santiago Stuart (irlandés)
·         Antonio José de Ayos (Cartagenero)
·         José María García de Toledo ( Cartagenero)
·         Miguel Díaz Granados (Samario)
·         Manuel de Anguiano (Español)
·         José María Porto Carrero (Bogotano)
Los sucesos posteriores están compilados en una síntesis magistral de Ocampo (1984)
Las expediciones de la reconquista invadieron el país por el Chocó, Antioquia y Cauca, el Rio Magdalena y por Ocaña. El régimen del terror lo ejerció Morillo y su ejército  a través de los tribunales, como fueron, el Consejo de Guerra permanente encargado de dictar sentencias de muerte contra los independentistas; el Consejo de Purificación, juzgaba a quienes no eran merecedores de la pena de muerte ,y finalmente, la pena de secuestros, la cual embargaba y confiscaba los bienes de los revolucionarios.
A estos órganos de terror, se unió también la Inquisición la cual, regresó con las tropas de Morillo y se reinstaló, con sus aparatos de represión.
El obispado de Cartagena, cuya cabeza había dejado vacante el obispo revolucionario Juan Fernández de Sotomayor y Picón, fue ocupada por el inquisidor Odériz, agente principal de las nuevas circunstancias de persecución que había suspendido el régimen revolucionario y los patriotas: el pueblo  raso y sus dirigentes
Los sucesos posteriores están compilados en una síntesis de Ocampo (1984). Las expediciones de la reconquista invadieron el país por el Choco, Antioquia, Cauca, el rio Magdalena y por Ocaña. Cada ciudad deploraba la muerte de sus principales hombres y por todas partes  se levantaba el patíbulo y se llenaban los calabozos; la simpatía inicial de los granadinos a la expedición pacificadora cambió radicalmente cuando el régimen del terror se proyectó implacablemente en los granadinos. Fue entonces cuando surgieron las güerillas populares y se abrió paso firme para la llegada del ejército libertador de Bolívar y Santander.

TERCERA CRONICA

jueves, 17 de junio de 2010 20:11 | Posted by Institucion Educativa Fernando de la Vega
TERCERA CRONICA:



El Estado Soberano de Cartagena de Indias.
En el transcurrir de los sucesos políticos entre fines de 1811 y el año 1812, Cartagena debió afrontar:
• La contra revolución desatada por la Inquisición.
• La oleada de tropeles de las masas populares, las cuales en reiteradas ocasiones, hostigaron a los toledistas.
• La guerra contra la provincia realista de Santa Marta, conflicto que continuó hasta varios años después, hasta casi al final de la gesta libertaria
• Acoger la forma federativa de gobierno, siguiendo el modelo de los Estados Unidos de América, en oposición al modelo político centralista que lideraba en Santa Fe, el “precursor” de la independencia Antonio Nariño y ser testigo de la guerra civil protagonizada por el ejercito de las Provincias Unidas y el Estado de Cundinamarca, en la cual, bajo la egida del prócer, esta salió triunfante.
• Emitir “papel moneda” en el manejo de la economía de la época revolucionaria, lo cual profundizó la crisis económica generada por el proceso emancipador.
• Ser cuna del “Manifiesto de Cartagena”, de la autoría de Simón Bolívar, el libertador de América, quien derrotado en Venezuela fue acogido por el Presidente Manuel Rodríguez en noviembre de 1812.
• Finalmente Cartagena reunió una Asamblea General Constituyente, la cual expidió la Constitución Política del Estado de Cartagena de Indias, el 14 de junio del segundo año de la independencia, inspirada en las ideas liberales de la época y la revolución francesa.
En el año 1813 el Estado Soberano de Cartagena, bajo la presidencia de Manuel Rodríguez Torices, continúo la gestión diplomática iniciada el año anterior, buscando el reconocimiento de la nueva nación por los gobiernos de Francia y Estados Unidos de América, gestión que resultó infructuosa.
De igual manera, la guerra contra la provincia realista de Santa Marta, marca uno de los sucesos políticos mas significativos de este año, luego que el 13 de marzo de 1813, tres meses después de hallarse en manos patriotas vecinos de Santa Marta, sin distingos sociales y apoyados por una banda de indios Chimilas, se amotinaron contra el gobierno de Labatut, quien de modo inexplicable abandonó el campo, prácticamente sin combatir y se embarcó en la goleta Indagadora, rumbo a Cartagena, dejando abandonada a su tropa. ( Lemaitre ,1983. Historia general de Cartagena tomo III p. 60.)
Dos intentos posteriores de las fuerzas patriotas del Estado de Cartagena, de recuperar la provincia perdida, resultaron fracasados con la perdida de centenares de soldados, hijos del pueblo caribeño.
El año de de 1814 es significativo en política en el marco histórico de las Provincias Unidas, el Estado de Cartagena y de las potencias de Francia y España. De esta manera:
• Las Provincias Unidas, el embrión de la nación colombiana debió atender la continuidad de la guerra contra la realista provincia de Santa Marta, con nuevos resultados negativos, continuar apoyando la guerra contra España en Venezuela, luego que después de la victoriosa “Campaña Admirable” de Bolívar en su propia patria natal, este regresara derrotado en segunda oportunidad,; sin embargo, el congreso reunido en Cúcuta y presidido por Camilo Torres, le nombró jefe de un nuevo ejército con la misión de reconquistar a Bogotá (en manos de los patriotas rivales) y liberar a Santa Marta, Riohacha, y Maracaibo de los chapetones.
En el Estado de Cartagena de Indias, el año referenciado estará signado por los conflictos internos protagonizados por las fuerzas de los piñeristas y toledistas, en el proceso de asegurar la hegemonía en la conducción del gobierno.
Producto de lo anterior, por iniciativa de los toledistas “La serenísima Convención de Poderes” reunida del 28 de mayo para reorganizar el gobierno, suspendió la vigencia de la Constitución de 1812 por cuatro meses, funcionando en un solo cuerpo el poder legislativo y el ejecutivo, el cual sería ejercido por el Presidente Gobernador Manuel Rodríguez Torices y José María García de Toledo.
De igual manera, el Colegio Electoral reunido entre noviembre y diciembre de este año, reforma la Constitución del Estado para acogerse al sistema federativo de las Provincias Unidas, para cuya presidencia, en calidad de triunviro fue escogido Rodríguez Torices, asumiendo la presidencia, el vicepresidente Gabriel Gutiérrez. A su vez, la serenísima Convención de poderes, decretó la presencia de un tercer ciudadano en el poder ejecutivo legislativo, recayendo el nombramiento en Juan de Dios Amador, revolucionario también, signatario del acta de independencia y militante toledista.
• En el marco de este proceso el Colegio Electoral cumplió su cometido reformista del siguiente modo: estableció que, en adelante, las autoridades de la Provincia sería: “un poder ejecutivo que estaría compuesto por el gobernador y su teniente; un poder legislativo con senado de tres miembros y cámara de siete; y un tribunal de tres magistrados para formar el poder judicial.”(Lemaitre, 1983, p. 83).
Es en esta coyuntura, cuando de nuevo actúan las masas populares bajo la conducción de los Gutiérrez de Piñeres, rechazando con la fuerza la elección como gobernador de la Provincia a Toledo, elección realizada por el Colegio Electoral, órgano que se vio obligado a disponer que el poder ejecutivo fuese ejercido por los dos cónsules, siendo designados Piñeres y Toledo.
Así, las disputas continuaron, los cónsules renunciaron, el Colegio Electoral se disolvió y quedo el legislativo con el compromiso de resolver lo relacionado con esta situación. Mas el coronel Manuel Del castillo y Rada, jefe del ejercito de la Provincia de Cartagena de Indias interviene para restablecer en el poder a Toledo, tal como lo dispuso con anterioridad el Colegio Electoral.
Ante la negativa de Toledo a aceptar el cargo, Del castillo y Rada decide tomarse la plaza de Cartagena, dándose encuentros violentos entre los ejércitos de los bandos rivales, una vez al interior de la plaza, con el apoyo del Gobernador provisional el venezolano, Pedro Gual, logró derrotar la resistencia piñerista y deportar alos hermanos Gutiérez de Piñeres y a sus seguidores.
Terminaba así, otro de los capítulos escabrosos de la historia de Cartagena, generado por los conflictos internos de las facciones revolucionarias en disputa. Sin embargo las rivalidades de Del castillo con los amigos de los Piñeres continuarían hasta el año de 1815, esta vez teniendo como protagonista a Simón Bolívar, quien para evitar mayores enfrentamiento y un absurdo derramamiento de sangre entre las fuerzas patriotas decidió levantar el sitio que tendió a ,Cartagena, gobernada por Del castillo, marchó al país centroamericano, en el cual escribiría su famosa Carta de Jamaica. Se cerraba así, el episodio de rivalidades que se inició desde la tomada de Cúcuta, por el ejercito popular libertador liderado por Bolívar.

SEGUNDA CRONICA

lunes, 14 de junio de 2010 17:58 | Posted by Institucion Educativa Fernando de la Vega
CRONICAS DE LA PRIMERA INDEPENDENCIA DE CARTAGENA DE INDIAS.

Ubaldo Elles Quintana. Agosto – 2009.



SEGUNDA CRONICA:


Del movimiento juntista a la Declaración de la Primera Independencia (1810-1811)
A raíz de la crisis estructural de la monarquía española provocada por la invasión de los ejércitos franceses en 1808 y el derrocamiento del rey Fernando VII, Cartagena inicia el proceso libertario en 1810, con el denominado “Movimiento Juntista” llamado así ,dada la tendencia de formar, en las colonias americanas, Juntas de gobierno, que jurasen lealtad de los habitantes al depuesto rey de acuerdo con las instrucciones del Consejo de Regencia constituido en España.
Es así como al terminar la primera década del siglo XIX, en el marco de la denominada Revolución de Occidente (independencia de Estados Unidos, 1776), Revolución de Francia ,1789), independencia de Haití ,1805), en el Virreinato de la Nueva Granada, se inicia de nuevo el resquebrajamiento del régimen colonial español, motivado por las contradicciones internas de este,(la opresión y la esclavitud real de indígenas y africanos, el régimen tributario que afectaba a los criollos en especial y el marginamiento de estos de los altos cargos de gobierno) y la situación política de España invadida por el ejercito napoleónico, estandarte de la triunfante burguesía europea frente al antiguo régimen feudal.
La influencia ideológica de la independencia de Estados Unidos, y de la Revolución Francesa forman el acervo de las ideas políticas y filosóficas de la naciente burguesía criolla cartagenera, a la cual en su condición de clase dominante, se unirá también la acción libertaria de un importante sector de artesanos del barrio Getsemaní, y el seguidismo y la toma de conciencia de vastos sectores de las masas populares para protagonizar los sucesos de 1810, en cuyo quinto mes acorde con los postulados del Movimiento Juntista, de defender los intereses de Fernando VII (1808-1830) ,se constituye la primera junta de Gobierno presidida por el gobernador español Francisco de Montes;
la junta la integran también representantes de la burguesía cartagenera y española: Antonio Narváez y La torre y Andrés Torres, de manera respectiva. Los líderes del movimiento, acogen de esta manera, las instrucciones del Comisionado del Consejo de Regencia , el criollo ,Don Antonio Villavicencio.


El 14 de junio del año referenciado el Movimiento se radicaliza y bajo el liderazgo de José María García de Toledo y Miguel Díaz Granados se produce un golpe de Estado contra el gobernador Toribio Montes (deportado a la Habana), y se constituye una junta Suprema de Gobierno Criolla, fiel todavía al rey. (Elles, 1985. p.p 36-37).

El 11 de noviembre de 1811 un vasto movimiento revolucionario de los Cartageneros de la época obtiene de la Junta De Gobierno la declaración de la Independencia absoluta frente España.
Al interior del movimiento sobresalen:
• Las masas populares, el pueblo raso, o la plebe como las denominan algunos historiadores tradicionales de Cartagena, las cuales hacen parte de la Fuerza Revolucionaria de los “Lanceros de Getsemani” que en realidad encarna la una verdadera milicia popular cuya misión esencial era enfrentar el regimiento fijo, la mayor fuerza militar de la ciudad, siempre que este se opusiera a la sublevación.
• Los artesanos de Getsemaní, liderados por el herrero cubano Pedro Romero quien había participado ya en el conflicto de junio de 1810 que derrocó al gobernador Francisco de Montes ;Romero a su vez, era el líder de los Lanceros de Getsemaní
• La dirigencia criolla organizada en dos bandos rivales: El ala radical, de la cual hacían parte los hermanos Germán, Gabriel y Vicente Celedonio Gutiérrez de Piñerez, de origen momposino, e Ignacio Muñoz Jaraba, identificado con el sobrenombre de “El Tuerto Muñoz” casado con María Teodora Romero hija de Pedro Romero.
• El ala moderada estaba representada por el partido de los aristócratas, entre quienes se destacaron José María García de Toledo, Antonio José de Ayos.
• El Clero representado por el presbítero Nicolás Mauricio de Omaña, quien había participado de manera activa en los sucesos del 20 de julio de 1810, y en el movimiento histórico del 11 de noviembre reclamaba 1000 fusiles que había comprado en Estados Unidos de Amèrica, para el gobierno de la capital Santafé.
Al igual que Omaña otros representantes del Clero Católico participaron también en la revolución de Independencia, tales como el sacerdote Juan Fernández de Sotomayor y Picón quien escribió el Catecismo o Instrucción Popular, cuyo contenido justificaba la resistencia a la opresión española. El cura Fernández una vez triunfó la revolución fue nombrado como primer Obispo del Estado Soberano de Cartagena de Indias.
• El régimen español representado por los funcionarios de la administración, el regimiento fijo y otros entes que garantizaban el dominio de los chapetones.


Identificados los actores principales de la revolución, el análisis de diversos documentos históricos permite afirmar que los hechos sucedidos el 11 de noviembre fueron eventos planificados y que en esta fecha, cuando se reunió la Junta de Gobierno, debía declararse la Independencia absoluta, mediante un acta previamente redactada, de acuerdo con las decisiones tomadas por los líderes del movimiento.
Así, cuando se percibió que la junta dejaría de sesionar, sin definir el asunto de la independencia… no fue necesario mas: enseguida se dio la orden de marchar sobre la ciudad, y en breves momentos, mientras los “Lanceros de Getsemaní” se interponían entre el Cuartel del fijo y el Palacio de Gobierno, y se apoderaban de los principales baluartes, cuya artillería volvieron de afuera hacía adentro en forma amenazante, el pueblo getsemanisense, en belicosa actitud se movía desde la Plaza de la Trinidad y la calle Larga hacia la Boca del Puente, no sin antes detenerse para escuchar la arenga encendida que frente a la iglesia de San Francisco, el presbítero Nicolás Mauricio de Omaña, pronunciaría antes de incorporarse al movimiento popular. Penetró entonces la plebe al recinto amurallado y luego de romper las puertas y asaltar la sala de armas, en la Plaza de la Aduana, de donde extrajo cuantas necesitaba para sostener la revolución, fue a apostarse en actitud amenazante frente a el Cabildo, donde la Junta sesionaba (Lemaitre-1983- p.21)
Mientras tanto el cura Omaña y el Tuerto Muñoz comisionados del pueblo, penetraron al recinto de la Junta, exigiendo que se aboliese el Tribunal de la Inquisición, que el gobierno se dividiese en tres ramas: La Judicial, Legislativa y Ejecutiva, que los cargos del Regimiento fijo y del Consulado del Comercio, se otorgasen a los criollos y que se devolvieran los fusiles al cura Omaña.
Caldeados los ánimos ante la negativa de José María García de Toledo y sus seguidores de declarar la Independencia absoluta, las masas armadas se toman el recinto, maltratan de palabra y de hecho a los opositores al interior de la Junta, lo cual obligó a esta a proclamar la Independencia Absoluta frente a España y a firmar el acta respectiva.
Lemaitre(1983),afirma que “un destacamento del Regimiento Fijo, ganados para la causa piñerista, salió ,entonces de su cuartel para respaldar el movimiento popular, y, de inmediato la junta dio la orden de solemnizar, mediante lectura de un bando, la decisión de separarse para siempre del poder español.
En nombre del pueblo de Cartagena, e invocando el nombre de nuestro Dios,
los patriotas de Cartagena de Indias, según consta en el acta de independencia, declararon… a la faz de todo el mundo, que la Provincia de Cartagena de Indias es desde hoy de hecho y por derecho Estado libre, soberano e independiente; que se halla absuelta de toda sumisión, vasallaje, obediencia, y de todo otro vinculo de cualquier clase y naturaleza que fuese, que anteriormente la ligase con la corona y gobiernos de España, y que como tal Estado libre y absolutamente independiente. Y para mayor firmeza y validez de esta nuestra declaración empeñamos solemnemente nuestras vidas y haciendas, jurando derramar hasta la última gota de nuestra sangre antes que faltar a tan sagrado comprometimiento.
Dada en el Palacio de Gobierno de Cartagena de Indias, a 11 días del mes de noviembre de 1811, el primero de nuestra independencia.
Ignacio cavero, Presidente-Juan de Dios Amador-José María García de Toledo-Ramón Ripoll-José de Casamayor-Domingo Granados-José María del Real-Germán Gutiérrez de Piñeres-Eusebio María Canabal- José María del Castillo-Basilio del Toro de Mendoza-Manuel José Canabal-Ignacio de Narváez y la Torre-Santiago de Lecuna- José María de la Terga-Manuel Rodríguez Torices-Juan de Arias-Anselmo José de Urreta-José Fernandez de Madrid-José María Benito Revollo,Secretario.

PRIMERA CRONICA

miércoles, 9 de junio de 2010 20:29 | Posted by Institucion Educativa Fernando de la Vega




CRONICAS DE LA PRIMERA INDEPENDENCIA DE CARTAGENA DE INDIAS.
Ubaldo Elles Quintana.
Agosto – 2009.
PRIMERA CRONICA:
Los antecedentes remotos de la resistencia popular y de la primera independencia.
Las acciones de resistencia y libertarias de los cartageneros frente a la dominación colonial española tienen sus antecedentes mas remotos en los hechos protagonizados por los indios Caribe - yurbaco en el año 1510, cuando derrotaron a la expedición conquistadora de Alonso de Ojeda en la cual perdió la vida el geógrafo Juan De la Cosa, a manos de indios flecheros cuya reputación era muy conocida en estos ámbitos.
Así mismo, es importante la resistencia indo americana, cuando décadas mas tarde, las huestes conquistadoras de Pedro de Heredia son rechazadas también por los yurbacos, quienes deben sufrir el incendio de la población ante la imposibilidad de ser
derrotados con los instrumentos de guerra tradicionales de los invasores europeos, como eran las armas de fuego y los caballos, los mas temidos de todos por los indígenas.
Significativa es también la resistencia de los Caribes en la isla de Carex (hoy Tierra bomba), cuando después de la conquista de Calamarí (centro histórico de Cartagena de Indias), Heredia y sus hombres vencen la heroica resistencia en el episodio que la historia local conoce como la “Guazabara” (guerra) de Carex en la cual centenares de indígenas son masacrados, pese al heroísmo de los defensores, liderados por los caciques Piorex y Curirix.
Vencida la resistencia amerindia, se da la conquista del territorio Caribe de Cartagena de Indias y sus cercanías, e inicia la dominación colonial española.
El 1 de junio de 1533, Heredia y sus huestes fundan a Cartagena de Indias; de esta manera la población indígena de Cartagena quedo sometida al dominio de las huestes de Heredia. Los indígenas sobrevivientes en su mayoría murieron victimas del maltrato y la esclavitud real a la que fueron sometidos en las encomiendas.
Al establecerse el colonialismo Cartagena es incorporada a la orbita mundial del capitalismo mercantilista, el nuevo modo de producción que se desarrollaba en Europa, en la cual España era uno de los territorios (nación en colonización) mas atrasados. El capitalismo se abría paso ante el viejo régimen feudal predominante.
La posición geopolítica de la ciudad, la importancia que adquiere como puerto marítimo y comercial, el carácter de “Llave de las Indias” y antemural del Reino del Perú para la defensa militar de las posesiones españolas, y la abundancia y fama del oro del “Zinú”, la convierten, desde los inicios de la época colonial, en el territorio mas importante de la “Tierra Firme” (sur América) y en zona codiciada por aventureros y corsarios, piratas y bucaneros europeos, y de manera especial por las potencias imperialistas colonialistas, rivales de España, como Inglaterra y Francia.
En el marco de este nuevo modo de producción que exterminó, casi por completo, a la población Caribe, es decir, sus gentes, cultura, economía política y sociedad ,en… “los años 1550 – 1600 Cartagena de Indias se convierte en el primer centro de esclavos negros de las colonias españolas, y se establece el denominado triangulo de la esclavitud: África,(la fuente proveedora) Europa y América.
15 millones de africanos fueron arrancados violentamente de su tierra natal. Traficantes españoles, luego portugueses, franceses, holandeses e ingleses introdujeron negros procedentes de territorios africanos en pleno desarrollo, desigual y combinado, como Gambia, Senegal, Sierra Leona, Costa de Marfil, Costa de Oro, Golfo de Biafra, Angola y Mozambique.
Mas la resistencia a la opresión y la esclavitud no dio espera; desde las naves de transporte, algunos de los cuales eran llamados “Tumbeiros” se dieron los suicidios como resistencia pasiva, las sublevaciones y amotinamientos violentos y libertarios.
En Cartagena de Indias, y en todas las colonias formadas por españoles, a lo largo y ancho del territorio de la actual Colombia, donde quiera que se dio la esclavitud negra, ahí estuvo presentes la resistencia de los ahora nuevos afro americanos.
En los siglos XVI, XVII, y XVIII, la rebelión y la lucha por la libertad fue la constante; primero se inicia el movimiento de los “cimarrones” y con posterioridad surgen formas superiores de lucha y una nueva forma de organización social libre e independiente del gobierno y la sociedad colonial establecida por los españoles: “Palenque, primer pueblo libre de América” como lo denominó el historiador cartagenero Roberto Arrazola en su obra homónima.
Asi,Arrázola (1986) afirma: “fueron los palenques… pueblos que permanecieron segregados, exentos de impuestos reales y apartados del resto de la colonia española de Cartagena por centenares de años y cuyos habitantes, habiendo de darse sus propios jefes para su gobierno, constituyeron una comunidad libre y desde luego, soberana de sus propios destinos todo el tiempo que se confrontó esta insurrección.
En Cartagena de Indias y sus cercanías, fueron varios los palenques existentes, destacándose los de Tabacal, Matudere, Matuna y San Basilio; cuya libertad fue reconocida a principios del siglo XVIII. Domingo Biojó y Benkos Biojo son algunos de los lideres mas reconocidos quienes comandaron la rebelión y algunos ataques al gobierno de Cartagena. La importancia de los palenques como expresión de resistencia y libertad salta a la vista:
“Así, hay que convenir en que tanto por su permanencia, a través de 300 años del coloniaje, como por su inmanencia a través de las generaciones negras que sucedieron durante aquellos tres siglos, el de los negros cimarrones, de los palenques, de los arcabucos, de Cartagena de Indias, es el único movimiento verdaderamente libertario hasta la independencia de Colombia misma, cuyo espíritu precipitó la propia declaración de Independencia de Cartagena el 11 de noviembre de 1811” (Arrázola (1986) p.p. 11, 12).
Finalmente, debe reconocerse como otro valioso antecedente de la revolución de Independencia de Cartagena, en el contexto de la Nueva Granada, la insurrección de los comuneros en los años 1780 y 1781.
La insurrección se inició en Simacota, Mogotes y Charalá ; en El Socorro encontró el mayor liderazgo con Manuela Beltrán el 16 de marzo de 1781 a la cabeza del pueblo desposeído y de pequeños propietarios y cultivadores de tabaco, quienes protestaban contra el mal gobierno y el impuesto de la Armada de Barlovento, o impuesto a las ventas, es decir ,las masas reclamaban contra las nuevas imposiciones fiscales, que establecía la política de los reyes de la dinastía de los Borbones desde 1700, que en la coyuntura, pretendían financiar la guerra contra Inglaterra , uno de cuyos episodios cruciales en las Indias y el Caribe se realizó en Cartagena en 1741, dejando como saldo la derrota de la Armada Inglesa al mando del Almirante Sir Edward Vernon.
La insurrección se extendió por el oriente de Colombia, Popayán, Neiva, Tumaco, Casanare, Antioquia y Tolima, y alcanzó su versión mas radical con el liderazgo de José Antonio Galán, Isidro Molina, Lorenzo Alcantúz y Manuel Ortiz, cuando al ser desconocidas las “Capitulaciones de Zipaquirá por el Virrey Manuel Antonio Flórez, los comuneros, intentaron de nuevo tomarse la capital del virreinato: Santa Fe de Bogotá.
En su accionar Galán y los comuneros no solo enfrentaron al régimen colonial y el ejercito, sino que también liberaron esclavos de las minas en Mariquita, Tolima; de igual manera indígenas, como el Cacique Ambrosio Prisco y en general el movimiento indígena beligerante reivindicaron la dignidad de los amerindios y el derecho a las tierras arrebatadas a la fuerza y explotadas por chapetones y criollos; un sector importante de estos reivindicó el derecho de los americanos a ocupar con preferencia frente a los españoles, los cargos de gobierno que hasta la presente le negaban el régimen y las autoridades coloniales.
De esta forma la insurrección de los comuneros se tornó en una fallida revolución política y social que terminó con la represión violenta del Estado español contra quienes participaron en la gesta de este capítulo de la resistencia de los oprimidos.
Galán y los demás líderes radicales fueron ahorcados, descuartizados y las partes de sus cuerpos expuestas en estacas en las plazas de las poblaciones insurrectas, los hogares fueron destruidos, los bienes confiscados y la descendencia declarada infame; miles de campesinos fueron deportados a las selvas de Panamá y otros dirigentes participantes sufrieron encarcelamiento, destierro al África, y latigazos en las plazas,
Sin embargo, la resistencia comunera no fue en vano la semilla libertaria continuaría germinando en su dialéctica, 20 años después para poner final eterno a la opresión política del imperio español.
Finalmente, se resalta que la insurrección comunera (1780-1781) con sus reivindicaciones de igualdad social, política y económica se da antes que la revolución francesa (1789); las proclamas de los comuneros no estaban lejos de la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, que luego fueron emitidos en esta. (www.wikipedia.com agosto 6 de 2009).